Y si te amé a contramano
descalza de egoísmos atropelladamente
sin certezas es con la punta de los dedos
que sostengo la nostalgia al consentir los
remolinos de esta fiebre pendular que no se
duerme cuando los límites se extirpan donde
yace la ausencia hurgando en el vacío
por extraviar sus parches.
Será que amé agonizando lunas.
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